Uno piensa que es un sueño dorado, pero solo al alcance de unos pocos.
La industria del manga dista mucho de ser diferente a cualquier otra industria. Como todos sabemos que sucede en todo trabajo, uno debe esforzarse para hacer su platita y poder vivir tranquilo el mes a mes, pero con el manga no es tan sencillo, mas allá de ser un trabajo completamente inestable que depende en cierta medida de los caprichos de los consumidores, ahora vemos que no es tan rentable como otros trabajos.
Si bien uno puede esperar que un mangaka que no tenga un manga de éxito no se llene los bolsillos a dos manos, uno podría esperar que al menos viva tranquilamente, pero esto no parece ser así, y no solo se extiende a aquellos que no tienen un manga de éxito, sino también a aquellos cuyo éxito no es arrollador.
Shuho Sato es un autor que gozo de títulos con un éxito importante, con “Umizaru” (publicado en Weekly Young Sunday) y “Blackjack ni Yoroshiku” (Weekly Morning), obtuvo un gran éxito y reconocimiento, llegando a vender mas de 10 millones de copias con Blackjack, el cual fue adaptado a dramas de TV y películas.
Sato ha gozado de éxito a lo largo de 10 años, aun así esto no hizo sino llevarlo por un duro camino en el cual no obtenía ninguna satisfacción para con el trabajo que realizaba, llegando a darle de baja a su manga de guardacostas Umizaru, debido a la demanda editorial de mostrar a la Agencia Japonesa de Salvatage Marítimo como héroes de la justicia en vez de una organización realista que a veces tiene que llevar a cabo decisiones difíciles.
Es así como cansado de las presiones editoriales y la poca ganancia que le redituaba el manga bajo las editoriales importantes se movió hacia el nuevo medio que comienza a aparecer tímidamente, la distribución digital, a través de un sitio (en japonés) donde uno puede leer varios mangas con solo pagar desde 10 yenes por capitulo.
Sato también dio a conocer en su propio sitio Web el abuso sufrido bajo el yugo editorial, y esto lo llevo a ser entrevistado para poder profundizar el tema.
Incluso revelaste en tu sitio que las ganancias por manuscritos que recibiste por “Blackjack ni Yoroshiku” (un manga que vendió mas de 10 millones de copias) mientras escribías para Kodansha ascendió solo a 23,000 yenes (250 dólares) por pagina, de los cuales tenias que pagar a los asistentes e incluso el costo de tu oficina, y como resultado estabas perdiendo dinero, tomando en cuenta esas ganancias? Es un negocio, es por ello que sobre dinero es la primer cosa que debes hablar, y es extraño estar en una atmósfera donde eso se encuentra fuera de la mesa. No se porque hay tanto alboroto cuando uno escribe al respecto en su sitio.
Después de todo incluso en un trabajo de medio tiempo vos no empezas a trabajar sin conocer tu carga horario, no?
Incluso cuando hablo con mis editores sobre esto ellos salen con que “solo el editor en jefe sabe sobre el pago de manuscritos, no tiene nada que ver con nosotros!”
Ellos no dejan en claro cuanto es la ganancia garantizada, y escribir un manga así sin nada parecido a un contrato es un problema, así que tengo un especialista que redacte uno para mí. Muchos mangaka no hacen esto. No entienden que un contrato es necesario. Estabas perdiendo dinero con las ganancias de los manuscritos, pero no lo recuperabas con las regalías? No, nada que ver. Incluso con un manga que venden un millón de copias, estas sacando menos del 0.1%. Estoy operando como una compañía, Sato Manga Works Ltd., pero como cabeza de una pequeña compañía no estoy haciendo mucho.
Incluso con un titulo que sea un hit que vende un millón de copias, vendiendo a 500 yenes (4.50 dólares) cada una, las ventas llegan a 50,000,000 yenes (451,000 dólares). Podes hacer 4 volúmenes en un año, lo que serian unos 200,000,000 de yenes (2.2 millones de dólares) anuales. Eso no es nada especial.
Porque eso es el volumen de ventas, no es mi entrada. Empleando 5-6 asistentes no es algo para dejar de lado. Y con solo el 0.1% o menos recibiendo como regalías podes darte cuenta fácilmente que es un mal negocio para tomar.
Y en la cima de todo eso, la mayoría de los mangaka no venden un tankobon como esto. Si incluso los mangaka top no pueden sacar algo, no hay mucho atractivo en esto como ocupación.
Si un mangaka no puede aspirar a tener un hit con millones de ventas y no tener que preocuparse nunca por el dinero, no hay un sueño al que aspirar.
Y encima de todo, la mitad de esto se va en impuestos. Pero no podes vender un montón de volúmenes, y tener regalías por películas y ventas de merchandising para meterle para delante? Eso es solo una pequeña fracción. Como dije, realmente no se hace mucho. Seguro, un manga copado se puede convertir en anime y juegos, y las ganancias comenzar a volar, pero solo hay pocas personas que lo logran. Los autores de One Piece y Dragon Ball pueden ser así, pero para el resto no hay chance.
Y cuando se vuelve en un drama live action, no hay ganancias de personajes!
Por Umizaru, la primera película logro una nueva impresión (del manga), pero las siguientes películas no tuvieron impacto en las ventas de manga, y por el drama de TV solo obtuvimos unos miserables 300,000 yenes (2,700 dólares) por episodio. La película embolsó 700,000,000 de yenes (6,300,000 dólares), pero no vimos un solo centavo en regalías, se pago solo un pago fijo de antemano. Eso es un problema, así que en el futuro insistiré en las regalías.
Cuando era un pibe leyendo esto, me imaginaba que los mangaka en revistas semanales eran súper ricos, pero pensar que actualmente se pierde dinero en los pagos de manuscritos…
Ahora bien, uno siempre sospecho que la industria del manga no es color de rosa, uno tiene que pelearla y remarla para poder salir adelante, como en todo trabajo y mas uno tan competitivo como el manga nipón, pero de ahí a que las ganancias se vuelvan números negativos y solo a través del éxito desmedido se pueda lograr algo de dinero, ya es otro cantar. Y para mal de las editoriales, la distribución digital es una realidad que esta entrando en nuestro mundo de forma contundente, ya se pudo ver como esta es completamente eficaz a través de la piratería, e incluso llegando a dar a conocer al manga de una forma mas efectiva que la edición impresa, y con una ganancia importante para el autor. Cosa que va contrariamente con lo que las mismas editoriales alegaban cuando decían que la piratería le provocaba daños económicos a los mangaka, cuyas almas eran castigadas por el vil acto de la distribución digital ilegal… cuando la realidad demuestra que son las editoriales las encargadas de sobreexplotar a sus mangaka sin ningún tipo de tapujo y de una forma inhumana.
Por el momento los mangaka en general aun se resienten al cambio y siguen con la misma corriente editorial que viene dándose desde la existencia del medio, pero esto será así hasta que los pocos que se arriesguen a las nuevas opciones de publicación y distribución, dejen en claro que pueden hacer mas plata y con menos restricciones si se alejan de las grandes editoriales, a menos, claro, que estas realmente se preocupen por sus mangaka y comiencen a, aunque sea, pagarles lo que se merecen. Aunque la verdad esto ultimo no creo que suceda, y solo una sacudida en los cimientos de la industria haría que las editoriales tomen conciencia, pero la realidad dicta que esto esta pronto a llegar, dado al fuerte impacto de las distribuciones digitales, cosa que la piratería demostró que es muy, pero muy efectiva.
Si bien uno puede esperar que un mangaka que no tenga un manga de éxito no se llene los bolsillos a dos manos, uno podría esperar que al menos viva tranquilamente, pero esto no parece ser así, y no solo se extiende a aquellos que no tienen un manga de éxito, sino también a aquellos cuyo éxito no es arrollador.
Shuho Sato es un autor que gozo de títulos con un éxito importante, con “Umizaru” (publicado en Weekly Young Sunday) y “Blackjack ni Yoroshiku” (Weekly Morning), obtuvo un gran éxito y reconocimiento, llegando a vender mas de 10 millones de copias con Blackjack, el cual fue adaptado a dramas de TV y películas.
Sato ha gozado de éxito a lo largo de 10 años, aun así esto no hizo sino llevarlo por un duro camino en el cual no obtenía ninguna satisfacción para con el trabajo que realizaba, llegando a darle de baja a su manga de guardacostas Umizaru, debido a la demanda editorial de mostrar a la Agencia Japonesa de Salvatage Marítimo como héroes de la justicia en vez de una organización realista que a veces tiene que llevar a cabo decisiones difíciles.
Es así como cansado de las presiones editoriales y la poca ganancia que le redituaba el manga bajo las editoriales importantes se movió hacia el nuevo medio que comienza a aparecer tímidamente, la distribución digital, a través de un sitio (en japonés) donde uno puede leer varios mangas con solo pagar desde 10 yenes por capitulo.
Sato también dio a conocer en su propio sitio Web el abuso sufrido bajo el yugo editorial, y esto lo llevo a ser entrevistado para poder profundizar el tema.
Ahora bien, uno siempre sospecho que la industria del manga no es color de rosa, uno tiene que pelearla y remarla para poder salir adelante, como en todo trabajo y mas uno tan competitivo como el manga nipón, pero de ahí a que las ganancias se vuelvan números negativos y solo a través del éxito desmedido se pueda lograr algo de dinero, ya es otro cantar. Y para mal de las editoriales, la distribución digital es una realidad que esta entrando en nuestro mundo de forma contundente, ya se pudo ver como esta es completamente eficaz a través de la piratería, e incluso llegando a dar a conocer al manga de una forma mas efectiva que la edición impresa, y con una ganancia importante para el autor. Cosa que va contrariamente con lo que las mismas editoriales alegaban cuando decían que la piratería le provocaba daños económicos a los mangaka, cuyas almas eran castigadas por el vil acto de la distribución digital ilegal… cuando la realidad demuestra que son las editoriales las encargadas de sobreexplotar a sus mangaka sin ningún tipo de tapujo y de una forma inhumana.
Por el momento los mangaka en general aun se resienten al cambio y siguen con la misma corriente editorial que viene dándose desde la existencia del medio, pero esto será así hasta que los pocos que se arriesguen a las nuevas opciones de publicación y distribución, dejen en claro que pueden hacer mas plata y con menos restricciones si se alejan de las grandes editoriales, a menos, claro, que estas realmente se preocupen por sus mangaka y comiencen a, aunque sea, pagarles lo que se merecen. Aunque la verdad esto ultimo no creo que suceda, y solo una sacudida en los cimientos de la industria haría que las editoriales tomen conciencia, pero la realidad dicta que esto esta pronto a llegar, dado al fuerte impacto de las distribuciones digitales, cosa que la piratería demostró que es muy, pero muy efectiva.