La dirección que ha tomado actualmente el manejo dentro de la industria del anime es muy parecida a la manera actual de manejar el negocio dentro del mundo de los video juegos, el dar nacimiento a una franquicia, capaz de atacar al fandom desde varios puntos de acción.
Esto tiene su lado positivo y su lado negativo, por un lado tenemos la posibilidad de disfrutar de aquello que nos gusta en varias plataformas, ya sean video juegos, manga, merchandising en general, por otro esto puede generar series que solo se preocupen por estos aspectos ajenos al anime en si y descuiden la producción de una serie como Tezuka-sama manda. Un articulo publicado en ANN me hizo pensar al respecto, en este caso tenemos al escritor de Cowboy Bebop, Dai Sato, quien también trabajo en el guión de Ergo Proxy y el guión de un par de episodios de Higashi no Eden, viendo un futuro nefasto para el anime debido justamente al manejo del mismo como franquicia pensando en aspectos ajenos al anime.
Sato dijo, en una discusión a mesa redonda llamada “Living in the City: Hip Hop, Anime, Housing Project”, estar frustrado con la industria del anime, incluso cargo contra los proyectos del gobierno que apuntan a utilizar al anime como punta de lanza de exportación de cultura japonesa, proyecto denominado “Cool Japan”, el cual Sato desaprueba porque dice que los políticos promueven esto para su propio beneficio, y la verdad, si uno no pensara así se podría considerar muy inocente al respecto, porque si no hubiera nada para sacar a favor de dicho proyecto, directamente no se desarrollaría.
Por otro lado, Sato también apunto al outsourcing por parte de producciones extranjeras, que no tienen interés en invertir como se debe en el trabajo.
Otra de las cosas que señala, y que es el objetivo de este articulo, es que dice que las series ahora tratan sobre huir y no confrontar problemas reales, proclamando que la industria del anime en Japón es un “sistema súper establecido”, en vez de una fuerza creativa, enfocado mas en personajes y merchandising. También sugiere que el manga es el ultimo bastión, y si se pierde se acaba la joda para todos. Aunque obviamente Sato dice que hay esperanza, marcando series como Higashi no Eden y Ergo Proxy, series en la que el trabajo.
Ahora bien, puedo estar de acuerdo en parte con esto, aun así veo que la visión de Sato es medio ingenua, teniendo en cuenta la evolución de muchos medios de entretenimiento. Tenemos al mundo de los video juegos y las películas, donde actualmente vemos que muchos de estos son tratados como meras franquicias y no como un ítem aislado, donde un video juego abre la puerta a series, películas, merchandising, comics, etc., enfocándose en hacer que los personajes y el mundo enganche, mas que la historia que se cuenta. Y ahí tenemos el paralelismo con el anime actual, donde muchas series apuntan al enganche de sus personajes para poder así reventar el mercado con merchandising, respuestas de esta estrategia esta en el moe y en el fan service, principales herramientas del mundo para atraer fans y hacerlos querer mas.
Además, yo veo esto como la evolución natural del negocio del anime. Es irrelevante el decir que antes era mejor, porque antes también había basura y fan service. Tal vez antes los creadores tenían mas cancha libre, pero era solo porque aun no se definían los estándares básicos que dan planta en la industria, una vez definidos estos, era cuestión de tiempo de que comenzaran a ser explotados brutalmente. Gusta el fan service, pues se hace fan service, gusta el moe, pues se hace el moe, sino gustaran es un hecho de que no se harían.
Ahora, si hablamos de franquicia, no es algo malo, si se es manejado de forma correcta. Tenemos ejemplos de franquicias celebres que funcionaron perfectamente, aun lo hacen, y ejemplo actuales de ellas también. Tomemos Macross, Gundam y Evangelion de ejemplo, son claramente franquicias, que si bien tienen excelentes productos de anime, apuntan mayoritariamente a hacer fans que consuman todo lo que tenga que ver con ellas, es mas notable en el hecho de Evangelion, que tiene muchísimo mas fan service que las otras dos, pero aun así es innegable que apuntan a la ganancia de dinero a través de sus personajes. Incluso Higashi no Eden, que cuenta con manga, películas, merchandising e incluso un modelo de teléfono celular, es parte de todo este negocio, siendo una de las franquicias más exitosas de los últimos años. Si, Higashi no Eden es una de las mejores series que salio también, con una impecable producción, elaborado guión y fantásticos personajes, pero eso solo indica que se pusieron las pilas para la producción del anime como parte de la franquicia.
Aquí la culpa en cuestión se reparte entre creadores y consumidores, si los primeros no se preocupan por hacer un buen trabajo, y los segundos no se quejan de las porquerías, pues así la cosa va a seguir, llegando a un terrible costumbrismo donde hacer algo diferente es una inversión arriesgada, teniendo en cuenta los días en que estamos.
Sato dice que la industria del anime se acabara en unas décadas, tal vez así sea, yo creo que no. El futuro del anime, e incluso el manga esta en el buen manejo de las franquicias, y si, el manga también entra acá, porque aunque Sato diga que es el ultimo bastión de creatividad, la industria del manga se ve sometida a las mismas reglas que las del anime, si gusta que salgan minas en biquini, pues se hacen minas en biquini, la única que tiene a su favor el manga es que lo joden mucho menos con la censura, por lo cual se pueden dar libertades como mostrar tripas por todos lados, cosas que el anime tiene que llegar a pelearla para poder sacar así, sino tomemos como ejemplo Naruto o One Piece, series que nacieron para ser franquicias, donde el punto importante eran los personajes. Y si, hay otras series, pero no son las más populares y en materia de negocio no son rentables.
El mundo del anime aun lo veo en desarrollo, la década del 2k le pego muy fuerte gracias a la Internet y la expansión en masa de este aspecto de la cultura nipona, sentó las bases de lo que a la gente le gusta en general, pero aun así siempre hay opciones para cosas que sean diferentes a lo que se ofrece, y al mismo tiempo tengan un buen resultado, series como Higashi no Eden o la actual Raibow, son prueba de eso. También se pueden jugar con aspectos que son la punta de lanza de la industria actualmente, como lo es el fan service, y aun así hacer una excelente producción, un ejemplo claro es Fate/Stay Night, o las películas de Evangelion, que tienen mucho fan service, pero eso no evita que puedan contar una historia excelente y mantener un estándar de producción elevado.
El tiempo dirá si el anime se queda estancado y muere, por lo personal creo que esto no será así y aun quedan bastante sorpresas por delante en cuanto a lo que se puede hacer dentro del negocio.
Esto tiene su lado positivo y su lado negativo, por un lado tenemos la posibilidad de disfrutar de aquello que nos gusta en varias plataformas, ya sean video juegos, manga, merchandising en general, por otro esto puede generar series que solo se preocupen por estos aspectos ajenos al anime en si y descuiden la producción de una serie como Tezuka-sama manda.
Un articulo publicado en ANN me hizo pensar al respecto, en este caso tenemos al escritor de Cowboy Bebop, Dai Sato, quien también trabajo en el guión de Ergo Proxy y el guión de un par de episodios de Higashi no Eden, viendo un futuro nefasto para el anime debido justamente al manejo del mismo como franquicia pensando en aspectos ajenos al anime.
Sato dijo, en una discusión a mesa redonda llamada “Living in the City: Hip Hop, Anime, Housing Project”, estar frustrado con la industria del anime, incluso cargo contra los proyectos del gobierno que apuntan a utilizar al anime como punta de lanza de exportación de cultura japonesa, proyecto denominado “Cool Japan”, el cual Sato desaprueba porque dice que los políticos promueven esto para su propio beneficio, y la verdad, si uno no pensara así se podría considerar muy inocente al respecto, porque si no hubiera nada para sacar a favor de dicho proyecto, directamente no se desarrollaría.
Por otro lado, Sato también apunto al outsourcing por parte de producciones extranjeras, que no tienen interés en invertir como se debe en el trabajo.
Otra de las cosas que señala, y que es el objetivo de este articulo, es que dice que las series ahora tratan sobre huir y no confrontar problemas reales, proclamando que la industria del anime en Japón es un “sistema súper establecido”, en vez de una fuerza creativa, enfocado mas en personajes y merchandising. También sugiere que el manga es el ultimo bastión, y si se pierde se acaba la joda para todos. Aunque obviamente Sato dice que hay esperanza, marcando series como Higashi no Eden y Ergo Proxy, series en la que el trabajo.
Además, yo veo esto como la evolución natural del negocio del anime. Es irrelevante el decir que antes era mejor, porque antes también había basura y fan service. Tal vez antes los creadores tenían mas cancha libre, pero era solo porque aun no se definían los estándares básicos que dan planta en la industria, una vez definidos estos, era cuestión de tiempo de que comenzaran a ser explotados brutalmente. Gusta el fan service, pues se hace fan service, gusta el moe, pues se hace el moe, sino gustaran es un hecho de que no se harían.
Aquí la culpa en cuestión se reparte entre creadores y consumidores, si los primeros no se preocupan por hacer un buen trabajo, y los segundos no se quejan de las porquerías, pues así la cosa va a seguir, llegando a un terrible costumbrismo donde hacer algo diferente es una inversión arriesgada, teniendo en cuenta los días en que estamos.
Sato dice que la industria del anime se acabara en unas décadas, tal vez así sea, yo creo que no. El futuro del anime, e incluso el manga esta en el buen manejo de las franquicias, y si, el manga también entra acá, porque aunque Sato diga que es el ultimo bastión de creatividad, la industria del manga se ve sometida a las mismas reglas que las del anime, si gusta que salgan minas en biquini, pues se hacen minas en biquini, la única que tiene a su favor el manga es que lo joden mucho menos con la censura, por lo cual se pueden dar libertades como mostrar tripas por todos lados, cosas que el anime tiene que llegar a pelearla para poder sacar así, sino tomemos como ejemplo Naruto o One Piece, series que nacieron para ser franquicias, donde el punto importante eran los personajes. Y si, hay otras series, pero no son las más populares y en materia de negocio no son rentables.
El tiempo dirá si el anime se queda estancado y muere, por lo personal creo que esto no será así y aun quedan bastante sorpresas por delante en cuanto a lo que se puede hacer dentro del negocio.